Reporte de batalla de Hilal Hadi, teniente de escuadrón de las sagradas tropas Haqqislam en el decimotercer día del mes de junio:
Nuevamente tuvimos que ir a hacernos con el control de la matriz de antenas, situadas estas en el Pequeño Brucke. Y digo nuevamente porque hace unos ciclos tuvimos que hacerlo frente a un grupo bastante desorganizado de nómadas, pero esta vez nos enfrentábamos a las fuerzas de Aleph y la amarga victoria nos ha costado cara.
Por suerte, la arrogancia de la inteligencia artificial y su afán por destruir humanos le hizo perder de vista el objetivo principal al que queríamos acceder y nos permitió asegurar la zona con nuestras diezmadas tropas. Aún así, había algo raro en este oponente, tenía un ansia de sangre poco propia de un ser artificial, y eso me preocupa.
Desplegamos nuestros efectivos más tarde, ellos fueron más rápidos, pero llegamos por sorpresa y con fuerza, aunque nuestros intentos preliminares por neutralizar a sus especialistas tuvieron resultados catastróficos, y tan solo pudimos neutralizar a uno de sus especialistas antes de que se hiciera con una de la antenas, gracias al ataque suicida de los Muttawiah. Los planes salieron mal, Al-lāh no estaba con nosotros en ese momento.
La respuesta de Aleph fue contundente. Nuestro operativo Hafza, camuflado como un francotirador, cayó bajo una oleada de plomo de Ajax de forma milagrosa por encontrarse este a una distancia muy superior a lo recomendado para los fusiles combi, y acto seguido también lo hizo con nuestro francotirador, aunque este fue intervenido rápidamente por el médico, que logró estabilizarlo.
Hubo numerosos intercambios de disparos en el centro de la zona de antenas, pero nuestro operativo Hunzakut debía de haber dejado de banda sus rezos, porque falló no menos de cuatro disparos contra uno de sus hackers, que se encontraba de espaldas viendo pasar las balas por su lado sin inmutarse. Al final el pobre Hunzakut cayó, pero cumplió con su deber activando la consola central.
Por su parte, Aleph logró capturar dos de las consolas de la zona más cercana a su despligue, y su hacker, en un intento desesperado, consiguió arrebatarnos la antena central que le había costado la vida al Hunzakut. Sin embargo, dedicó el resto de sus esfuerzos a destruir efectivos y no a hacer objetivos, y bajo su implacable fuego cayeron el Djanbazan y el Zhayedan, mas este último, antes de caer consiguió abatir, entro otros, al todopoderoso Ájax.
Tras la batalla, nuestro Ayyar recibirá una medalla al valor por haber capturado una de las antenas, haber derribado un especialista, y haber hecho perder el tiempo al enemigo gracias a la inestimable ayuda del holoproyector nivel 2.
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