Nuevamente una incursión de nómadas ha amenazado la paz en la espera humana, así pues, nuestras tropas han intervenido para mantener el equilibrio. Esta vez la escaramuza con los piratas ocurrió en el sector 3, donde había nueve antenas de vital importancia para los planes enemigos que, afortunadamente y gracias a la fe en el Nuevo Islam, conseguimos frustrar.
El ejército enemigo estaba compuesto de numerosos remotos y comandados por una Reverenda, así que supusimos que eliminando al más que posible hacker EVO mermaríamos de forma contundente sus opciones de victoria. Nuestro especialista en infiltración Fiday consiguió pasar desapercibido y esperar al despliegue de sus efectivos para, acto seguido, hacer una de sus famosas apariciones sorpresa y causar estragos. El mencionado hacker EVO, un ingeniero y un remoto con lanzamisiles guiado cayeron ante el maestro del disfraz, mientras algunos de nuestros efectivos capturaban las primeras antenas.
El contraataque nómada, probablemente por el desconcierto creado por nuestro infiltrado, fue poco contundente en su inicio, simplemente dejando ver alguna de sus tropas más adelantadas y posicionando sus odiosos koalas.
Nuestros fanáticos Muttawiah demostraron su fe arriesgando sus vidas para destruir las amenazas en forma de koala mientras algunos infiltrados capturaban más antenas, esta vez más cerca de la zona de control enemiga.
Llegado ese punto las fuerzas nómadas ya se habían recobrado y comenzaron el verdadero contraataque. Un Morlock consiguió abatir a nuestro remoto desactivador y un Bandit Acabó infiltrado entre nuestras filas destruyendo, no sin oposición, a nuestro propio hacker EVO, sólo para ser abatido por mí acto seguido, que me encontraba en lo alto de una azotea dirigiendo la acción.
Acto seguido un Intruder Se valió de una granada de humo para fulminar a nuestro remoto con reacción total, lo que nos dejó algo desprotegidos ante el inminente avance del enemigo. Pero en ese momento, en un acto que recordaremos por siempre, un fervoroso fiel de la unidad Muttawiah, iluminado por la fe, sacrificó su vida llevándose por delante al Intruder, un Bandit y un Sputnik Lunokhod.
Esta memorable acción dio pie a que un Ragik aterrizara junto a otra de las antenas, esquivando con pericia y valor a otro de los koalas, para capturar otra de las antenas, además de para asegurar al civil que se encontraba en poder de los terroristas.
En ese momento de la batalla, con siete de las nueve antenas en nuestro poder, un último y desesperado avance de los pocos efectivos nómadas restantes les permitió hacerse con dos de las antenas que tanto nos había costado dominar, más fue la última de sus acciones antes de retirarse tras el enorme número de bajas que habían recibido.
Teniente Naffatun Hilal Hadi
