La escaramuza ocurrió en el terreno 38, parte del centro logístico de Ravensbrucke dominada por las fuerzas del antiguo imperio asiático. Las tropas haqqislamitas realizaron una incursión para hacerse con el control de la zona para tratar de liberar a efectivos civiles presentes en la zona, pero también por razones comerciales, ya que actualmente es un punto estratégico al tratarse de una zona contigua a territorios de otras dos facciones, pese a encontrarse bastante alejada del territorio del Nuevo Islam.
La marea amarilla situó sus tropas de forma poco eficiente teniendo en cuenta el enemigo al que se enfrentaban, lo que lleva a pensar que el general al cargo no tenía demasiada experiencia enfrentándose a los asesinos Fiday del enemigo, que perpetuaron la primera baja nada más darse a conocer, como es habitual. En ese momento las tropas Yu Jing se pusieron completamente a la defensiva, lo que sentenció a sus HVT al abandono desde el primer momento. De seguro que el general amarillo deberá dar cuenta de ese menosprecio hacia las vidas civiles a su cargo ante sus superiores.
A partir de esa primera muerte el ejército de Haqqislam avanzó con velocidad tras las tropas defensivas y un efectivo Kum en motocicleta logró dar rienda suelta a su poder destructivo a corto alcance, a cambio de su vida. De todos es conocido el poco aprecio a la vida que tienen las tropas motorizadas y sus constantes atentados suicidas, y su acción fue clave para el desarrollo de la batalla, ya que la zona de exclusión hacía difícil avanzar al resto de las tropas.
Yu Jing, tras el golpe psicológico que haber perdido tropas prácticamente sin haber empezado a avanzar, decidió avanzar sus propias tropas suicidas, pero fueron recibidas con oleadas de artillería ligera y no lograron llegar a los objetivos civiles. Además, una de las tropas suicidas explotó fuera de control creando bajas en sus propias líneas.
En ese momento un hacker de asalto camuflado de los efecivos de Haqqislam trató de atacar al teniente amarillo, pero un error de cálculo en sus códigos de hackeo impidió que el enemigo sufriera daño alguno y este logró dejarlo inconsciente con otro hacker que se encontraba dentro de su zona de acción.
Los haqqislamitas trataron de rescatar a su preciado hacker pensando que iban a necesitar de sus servicios para poder aniquilar por completo al enemigo, pero su médico fue eliminado del campo de batalla por el teniente Yu Jing.
En ese momento apareció por una zona inesperada un paracaidista del Nuevo Islam y pudo abatir al teniente Yu Jing, que se encontraba de espaldas a él. Y acto seguido se dedicó a rematar las tropas asiáticas inconscientes en un acto completamente despreciable, ya que esas bajas no aportaban nada para la misión que debía realizar.
Cuando parecía que iba a haber una retirada por ambas partes, ya que prácticamente no quedaba tiempo para realizar el rescate, el hacker asiático realizó una carga a la desesperada para intentar completar uno de los objetivos secundarios, pero un francotirador Lasiq consiguió abatirlo a tiempo desde su posición privilegiada.
El último movimiento de las tropas haqqislamitas consistió en situar a su única tropa avanzada, el paracaidista, junto a una de las unidades civiles para asegurar al menos la misión secundaria.
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